En el corazón de la población La Legua, el almacén «Pan de Vida» es más que un simple negocio; es un punto de encuentro para la comunidad, un lugar donde los vecinos no solo encuentran lo que necesitan, sino también una cara amiga en su dueño, Carlos Hidalgo. Con más de 20 años detrás del mostrador, Carlos ha tenido que poner esforzarse arduamente, pero desde trabaja con Chiper, se le ha alivianado la carga: “Chiper me acompaña con los pedidos”
Cuéntanos un poco sobre la historia de «Pan de Vida». ¿Cómo empezó todo?
Son 20 años, no es de un día para otro. Empezamos de a poco, pero aquí estamos, firmes. Aquí en la Legua, gracias a vecinos y clientes he prosperado. La gente del barrio ha sido fundamental, siempre nos han apoyado y nosotros a ellos.
Sabemos que su mamá fue una figura clave en los inicios del almacén. ¿Qué rol jugó ella en este sueño?
«Mi mamá fue la que me ayudó, ella fue la propulsora de este negocio, yo me emociono al hablar de ella. Hoy, gracias a Dios y a todo el trabajo, el negocio ha crecido y ahora tengo 6, 7 personas trabajando. Ahora a mi mamá la tengo descansando.
¿Qué beneficios concretos te ha traído usar la app de Chiper?
“Chiper para mi es bueno porque el tiempo que tengo que salir a comprar, pido por la app y me ahorro ese tiempo. Además, tiene buenos precios. Llega al otro día, tiene de todo, me puedo abastecer con muchas cosas”.


